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04.07.2018 15:00

Érase una vez un libro, un café...y una vista cansada

Érase una vez un libro, un café...y una vista cansada

A Celeste le encantaba levantarse cada mañana e ir a desayunar a su cafetería preferida. Lo que más le gustaba, además de degustar el cremoso café que preparaba una de las encargadas del local, era poder disfrutar de su libro favorito. ¡No había hora del día que disfrutara más!. Ella, un libro y un delicioso café.

Sin embargo, una mañana, además de darse cuenta de que la camarera se había olvidado de dejar en su mesa la magdalena habitual, sintió la necesidad de apartar el libro más de lo habitual para leer correctamente. En realidad, no era la primera vez que lo había experimentado pues, desde ya hace una temporada, también empezaba a costarle leer los mensajes que le llegaban a su teléfono móvil.

Al principio pensaba que era un problema pasajero o fruto del cansancio de largas horas de trabajo pero, al notar que su pérdida de visión se había acentuado, finalmente decidió ir a su oculista para realizar una revisión. Lo que Celeste no sabía todavía, era que padece vista cansada o presbicia.

Y tú, ¿también estás apartando tu teléfono o la mirada para poder leer correctamente estas líneas? No te preocupes, la historia de Celeste no es un caso aislado ¡de la vista cansada o presbicia nadie se libra! Esto es, está asociada a la edad y empieza a manifestarse entre los 40 y 50 años.

Seguramente te estarás preguntando ¿vista cansada yo? ¡pero si siempre he tenido una vista buenísima! ¿Me estaré haciendo mayor? Celeste también se hacía las mismas preguntas. No podía imaginarse que también necesitaría llevar gafas para ver de cerca ¡eso es de abuelas!, decía para sí. Sin embargo, la vista cansada o presbicia también puede, por diversos motivos, aparecer mucho antes.

No te alarmes, pues hoy vamos a explicarte qué es la vista cansada, cuáles son los síntomas habituales y, sobretodo, cómo corregirla para poder tener una mejor calidad de vida.

¿Qué es la vista cansada o presbicia?

La presbicia o vista cansada es la dificultad que experimentamos para enfocar objetos a distancias cortas. Normalmente se suele notar entre los 40 y 45 años, pero son diversos factores los que pueden determinar su aparición. Así pues, si ya utilizas gafas o lentes de contacto graduadas, es posible que estos síntomas de vista cansada tarden un poco más en manifestarse.

También se acentúa con la vista cansada o presbicia, la necesidad de contar con una buena iluminación para realizar una actividad que requiera un gran esfuerzo para enfocar un objeto de cerca. Por ejemplo, para realizar actividades como leer, escribir o coser. Además, este cansancio ocular irá en aumento conforme avanza el día.

¿Cuál es la diferencia entre vista cansada y fatiga visual?

Cierto es que tanto la vista cansada con la fatiga visual tienen cierto síntomas, sin embargo, las causas de dichos síntomas son distintas. Por consiguiente, la fatiga visual se produce por un sobreesfuerzo ocular puntual realizado durante un largo período de tiempo. Éste, fatiga literalmente los músculos ciliares y dificulta de forma momentánea los cambios de forma del cristalino, los cuales permiten el enfoque de cerca.

Los dolores de cabeza tras la sobreexposición a las pantallas digitales, por ejemplo, es consecuencia directa del uso que hacemos de las nuevas tecnologías. En España los menores de 30 años pasan una media de 10 horas y media diarias visualizando pantallas; entre 31 y 45 años la media es de 9,3 horas; entre 46 y 60 años dedican 8,3 horas y, finalmente, las personas a partir de los 60 años de edad, 3,8 horas.

En el caso de la vista cansada, se trata de un defecto visual consecuencia del paso de los años. Se produce porque el cristalino ha perdido su elasticidad y, consecuentemente, su capacidad de cambiar de forma. Es importante destacar que cuando se manifiesta vista cansada, los episodios de fatiga visual se vuelven más frecuentes.

¿Cómo prevenir la vista cansada?

En realidad no se puede hacer mucho para prevenir la vista cansada. Lo único que quizás puedes hacer, es intentar retrasar su aparición a través de la realización de ejercicios de terapia visual que fortalecen la musculatura ciliar y la convergencia, de tal modo que puedan compensar en parte la inflexibilidad del cristalino. Al final del proceso, llegarás a tener entre 2,5 y 3 dioptrías de vista cansada.

¿Cómo tratar la vista cansada?

La buena noticia, es que hoy en día existen muchas más soluciones para corregir los problemas derivados de la vista cansada. Hasta hace unos años, la única opción disponible para corregir esta afección era usar gafas progresivas.

Hoy en día, existen soluciones como las lentes de contacto multifocales o, incluso, es posible sustituir el cristalino por uno artificial a través de cirugía. En todo caso, tu oftalmólogo será el que te aconseje cuál es el método más apropiado para ti, aunque también es importante que valores si realmente quieres someterte a una operación, por muy sencilla que sea.

Si no quieres llevar gafas porque te resultan incómodas ni tampoco te hace ninguna gracia someterte a una operación, te recomendamos que optes por lentes de contacto para corregir la presbicia. Podrás encontrar en en el mercado una amplia variedad de lentillas mensuales, así como lentillas diarias. Este tipo de lentilla funciona como una diana, es decir, a través del círculo central se enfoca de cerca, a través del siguiente más lejos y así sucesivamente.

Es posible que te cueste adaptarte a tus nuevas lentes multifocales al principio, al igual que a las gafas progresivas. Sin embargo, a la larga es una opción muy cómoda y que te hará la vida más fácil y, sobretodo, ¡no tendrás que dejar de disfrutar lo que más te gusta!